Para el inversor joven, el mantra es «Máximo Riesgo, Máximo Crecimiento». Esto se traduce en tener una alta asignación a acciones (ej. 80% o 90%) para maximizar el retorno del interés compuesto. Pero este enfoque no puede durar para siempre.
A medida que te acercas a tus metas financieras importantes (comprar una casa, financiar estudios universitarios, y crucialmente, la jubilación), necesitas pasar de la fase de «acumulación» a la fase de «protección».
Este cambio se conoce como Reducción del Riesgo (De-risking o Asset Glide Path). Es la estrategia sistemática de mover dinero de activos volátiles (acciones) a activos más seguros (bonos y efectivo) a medida que tu horizonte de tiempo se acorta.
1. El Concepto de Glide Path (El Camino de Deslizamiento)
Imagina tu plan de inversión como un avión:
- Despegue (20s-30s): Máxima potencia (alto riesgo/acciones) para alcanzar la altitud lo más rápido posible.
- Crucero (40s-50s): Mantienes la potencia, pero empiezas a ser consciente del rumbo y los riesgos.
- Aterrizaje (50s-60s): Reduces gradualmente la potencia (reducción de riesgo) para asegurar un aterrizaje suave, donde el dinero que necesitas no se vea afectado por una turbulencia de última hora (una crisis).
Tu Glide Path es la ruta programada que reduce tu asignación de acciones (ej. de 90% a 50%) a lo largo de los años.
2. El Peligro del «Último Minuto»
El mayor riesgo para el inversor cercano al retiro es el Riesgo de Secuencia de Retorno. Esto sucede si una gran crisis de mercado ocurre justo antes o después de que planeas retirar tu dinero.
- El Escenario de Pesadilla: El mercado cae un 40% dos años antes de tu retiro. Si tu cartera sigue al 80% en acciones, pierdes una parte sustancial de tu capital en el peor momento. Te ves obligado a vender a precios bajos para vivir, lo que bloquea tu pérdida permanente y te impide recuperarte.
La reducción del riesgo sirve para proteger el capital que ya has ganado y que necesitarás pronto.

3. Ejecución de la Reducción de Riesgo (La Transición)
Esta transición debe ser gradual, sistemática y desapasionada:
A. El Momento Clave (El Retiro en 10 Años)
La mayoría de los expertos sugieren comenzar la reducción del riesgo entre 10 y 15 años antes de la fecha prevista para el retiro.
- La Tasa: Mueve una pequeña porción de tus acciones a bonos cada año.
- Ejemplo: Si tu meta es pasar de 80% acciones a 50% acciones en 10 años, tienes que reducir el riesgo en un 3% de acciones al año (30% de reducción dividida en 10 años).
B. El Vehículo de la Transferencia
La forma más fácil y fiscalmente eficiente de hacer esto es a través de la Contribución Mensual (DCA):
- Cambia el Destino: En lugar de dirigir tu contribución mensual (DCA) 100% a acciones, empieza a dirigirla parcialmente a bonos. Por ejemplo, en lugar de 80% Acciones/20% Bonos, cámbialo a 77% Acciones/23% Bonos.
- Rebalanceo: Cuando rebalanceas anualmente, en lugar de devolver la cartera al 80/20 original, la devuelves al nuevo objetivo (ej. 77/23). Esto te obliga a vender acciones que están altas y comprar bonos que están bajos de forma controlada y sin activar un evento fiscal de venta grande.
4. El «Dinero de Retiro» (El Amortiguador de 5 Años)
Para el momento en que llegas al retiro (el día 0), tu plan debe incluir la «Capacidad de Espera» ante una crisis.
- La Estrategia de los 5 Años: Tu dinero debe estar segregado en «cubetas» o «buckets»:
- Cubeta 1 (0-5 años de gastos): 100% en efectivo y bonos de muy corto plazo. Si el mercado cae, vives de esta cubeta y no vendes ninguna acción.
- Cubeta 2 (6-10 años de gastos): Bonos a medio plazo (50%) y acciones (50%).
- Cubeta 3 (10+ años de gastos): 100% en acciones (para mantener el crecimiento y la composición a largo plazo).
La reducción del riesgo es el último acto de disciplina del inversor. No es una señal de pesimismo, sino de madurez financiera. Asegura que la libertad ganada con tanto esfuerzo no sea devorada por un evento del mercado que se sale de tu control.
